Salve, Regina misericordiae, vitae dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, exules filii Evae. Ad te suspiramus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle.
Eia ergo, Advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte.
Et Jesum benedictum fructum ventris tui / nobis post hoc exilium ostende benignum.
O clemens! O pia! O dulcis Maria!
Buenas noches Bruno: No he podido escuchar la Salve, no se si es que no se ponerla, o que no esta bien. A veces la cantamos en la Parroquia.
ResponderEliminarViví una Pascua de Resurrección con unas cartujas en Bélgica, y fue una maravilla,de las mejores Pascuas que he vivido.Tienen una unción especial.
¡Muchas gracias!
Bendiciones!!!
Gracias un saludo
ResponderEliminar