domingo, 30 de diciembre de 2012

Bendice a mis enemigos, Señor.



Bendice a mis enemigos, Señor. Yo también los bendigo y no los maldigo.



Mis enemigos me han llevado a tus brazos más que mis amigos.



Mis amigos me han atado a la tierra, mis enemigos han hecho que me desprenda de ella y han destruido mis aspiraciones en este mundo.



Mis enemigos han hecho que sea un extranjero en los reinos de la tierra y que habite como forastero en este mundo.



Del mismo modo que un animal perseguido por los cazadores encuentra un refugio más seguro que un animal despreocupado, yo, perseguido por mis enemigos, encontré el santuario más seguro oculto bajo tu tabernáculo, donde ni amigos ni enemigos pueden matar mi alma.



Bendice a mis enemigos, Señor. Yo también los bendigo y no los maldigo.



Ellos han confesado mis pecados ante el mundo en mi lugar.



Me han castigado cuando yo he dudado en castigarme.



Me han atormentado, cuando he intentado huir de los sufrimientos.



Me han reprendido, cuando yo me envanecía.



Me han escupido, cuando estaba lleno de arrogancia.



Bendice a mis enemigos, Señor. Yo también los bendigo y no los maldigo.



Cuando me he creído sabio, me han llamado necio.



Cuando me he colocado por encima de los hombres, se han burlado de mí como si fuera un enano.



Cuando he querido ser el primero, me han postergado.



Cuando he corrido a enriquecerme, me lo han impedido con puño de hierro.



Cuando he pensado que podía dormir tranquilo, me han despertado de mi sueño



Cuando he intentado construirme una casa para pasar una vida larga y tranquila, la han derruido y me han echado de ella.



En verdad, mis enemigos me han liberado de las ataduras del mundo y han hecho que alargue la mano para tocar la orla de tu túnica.



Bendice a mis enemigos, Señor. Yo también los bendigo y no los maldigo.



Bendícelos y multiplícalos; multiplícalos y vuélvelos aún más contra mí, para que mi huida hacia ti sea sin retorno, mi esperanza en los hombres se desvanezca como una telaraña, una serenidad total empiece a reinar en mi alma, mi corazón se convierta en la tumba de esas dos malvadas hermanas, la arrogancia y la ira, pueda atesorar mi tesoro en el cielo y por fin me vea libre del autoengaño que me ha enredado en la terrible maraña de esta vida ilusoria.



Mis enemigos me han enseñado lo que casi nadie sabe: que el único enemigo que tiene un hombre en este mundo es él mismo.



Uno sólo odia a sus enemigos cuando no se da cuenta de que no son enemigos, sino amigos crueles.



Me resulta muy difícil decir quién me ha hecho más bien y quien me ha hecho más mal en este mundo: mis amigos o mis enemigos.



Por lo tanto, bendice, Señor, tanto a mis amigos como a mis enemigos.



Un siervo maldice a sus enemigos, porque no entiende, pero un hijo los bendice, porque sí que entiende y sabe que sus enemigos no pueden quitarle la vida. Por eso, anda sin miedo entre ellos y ruega por ellos a Dios.



Bendice a mis enemigos, Señor. Yo también los bendigo y no los maldigo.

Amén.

Oración por los enemigos, de Nikolai de Zica















martes, 20 de noviembre de 2012

El monje que quería ir a Tierra Santa








SE CUENTA EN LAS CRÓNICAS DE LOS JERÓNIMOS QUE UN  MONJE SINTIÓ EL AFÁN DE IR PEREGRINANDO A TIERRA SANTA Y FUE A SU SUPERIOR A PEDIR EL PERMISO.



DESPUÉS DE UNA AMISTOSA CONVERSACIÓN Y DE COMÚN ACUERDO, EL PADRE PRIOR LA ACONSEJÓ QUE HICIERA LA PEREGRINACIÓN EN ESPÍRITU, COSA MUCHO MÁS ACOMODADA A SU PROFESIÓN Y HASTA LE DIO LICENCIA PARA QUE DURANTE UN AÑO OBRARA COMO SI ESTUVIERA AUSENTE DEL MONASTERIO.



Y EN EFECTO AQUEL BUEN MONJE, QUE ERA, A NO DUDARLO, UN GRAN CONTEMPLATIVO, SE SUMERGIÓ EN LA ORACIÓN, SE DEJÓ LLEVAR POR EL ESPÍRITU DE DIOS QUE LE GUIABA Y SUS HERMANOS EN RELIGIÓN LE VIERON VIVIR DURANTE ESE AÑO COMO SI REALMENTE ESTUVIERA PEREGRINANDO EN TIERRA SANTA, RECORRIENDO LOS SANTOS LUGARES, LLORANDO SOBRE ELLOS, BESANDO LAS HUELLAS DE JESUCRISTO EN LA TIERRA, ENAJENADO DE CUANTO LE RODEABA.


martes, 13 de noviembre de 2012

ORACIÓN Y VIDA: Pensamientos


Según Ignacio Larrañaga

 


1. El objetivo final de toda oración, es la transfiguración del orante: la figura del hombre, del hombre viejo, tiene que eclipsarse ante el resplandor de la figura de Jesús.



2. De lo que tratamos bastaría que quedara una pregunta: ¿Qué haría Jesús en mi lugar? Aplicar todo a mi vida: sentimientos, actitudes, reacciones, etc. de Jesús.

3. Se oye una calumnia: actividad orante es igual a la actividad alienante. Es cierto, en embargo, en el sentido que muchas personas rezan pero no cambian.



4. En un tiempo orar equivalía a encerrarse en sí mismo buscando por encima de todo la serenidad de la mente y la satisfacción emocional, olvidándose de la conversión y de los problemas del mundo.

5. La auténtica oración aterriza en compromiso de vida. La oración es, de alguna manera, fruto y expresión de amor, y el amor tiene dos vertientes: amor a Dios y amor al prójimo



6. El profeta Ezequiel asegura que nuestro Dios encamina a los hombres a la soledad del desierto “para litigar con ellos cara a cara” y hacerlos pasar, uno a uno, bajo el cayado. Nunca deja en paz al hombre aunque siempre le deja la paz.

7. Jamás vi en m vida a un hombre que, nadando en riquezas, salud y prestigio, se entregara incondicionalmente a la acción de Dios.



8. He observado lo contrario: hombres y mujeres regresando rendidos a la casa del Padre tras haber experimentado situaciones límites de enfermedades graves, colapsos financieros y fracasos.



9. El Padre permite que el hombre aparezca derrotado, en ruinas…para que así desnudo e impotente, se convierta en materia maleable. Aquí extiende la mano al hombre y lo levanta hasta las cimas más encumbradas. Es la pedagogía divina.

10. El encuentro con Dios, cuando es profundo, es eminentemente transformante. Dios asume y consuma el “yo” egocéntrico y obliga al hombre a internarse en los anchos espacios del amor.



11. Ese “yo” entre comillas, resulta ser una loca quimera, una mentira. En suma, un ídolo. Vive entre delirios de grandeza. Cuando cree que ama, en realidad se ama. Cuanto más tiene, cree ser más “señor” cuando en realidad es más esclavo.



12. Por las locuras de grandeza, el hombre se castiga a sí mismo con envidias, rivalidades y temores. Es la causa de hermanos contra hermanos.

13. El deseo de ser “adorado” engendra el temor de no ser adorado. La mitad de su vida el hombre lucha y sufre por conquistar una imagen y otra mitad vive aterrorizada de perder esa imagen.



14. En resumen: el hombre es esclavo de sí mismo. Debe reemplazar el dios “yo” por el Dios verdadero. Sustituir el “yo” por el “Tú”.



15. La salvación consiste en que Dios sea mi Dios. Para esa es necesario despojar el corazón de todos los dioses, de todas las manías de grandeza.



16. Por el sendero de los “nadas”, dice San Juan de la Cruz, subiremos a la cumbre del Todo: al pobre que está desnudo, lo vestirán, y al alma que se desnudare de sus apetitos, quereres y no quereres lo vestirá Dios de su pureza, gusto y voluntad.



17. Ante el resplandor del Rostro de Dios, el “yo” se desvanece y desaparece igual que las estrellas se eclipsan ante el resplandor del sol.

18. Una viva experiencia de Dios resquebraja el núcleo central del “yo” que se desmorona y los círculos egocéntricos pierden su órbita y su centro; con lo que las máscaras y ropajes se las lleva el viento y el hijo, adquirida la libertad y la sabiduría, emprende el glorioso camino del Amor.



19. En resumen: no podemos amar a los demás si somos el centro exclusivo de nosotros mismos. No podemos preocuparnos de los demás si sólo nos preocupamos de nosotros mismos.

20. A veces hablamos de vida de oración y otras de vida con Dios; en embargo la vida con Dios encierra contornos mucho más vastos y complejos que la expresión vida de oración.



21. Vida con Dios implica compromisos concretos y exigentes en un largo proceso de transfiguración, proceso en el que el orante va muriendo lentamente a aquellos rasgos negativos de personalidad que se oponen al espíritu del Señor.



22. Todo el proceso de santificación consiste en retirarme yo de mis propios territorios para que los ocupe el Señor…Nunca llegaremos a ser humildes y pacientes como Jesús, pero podemos estar haciendo actos de paciencia y humildad como Jesús aunque en medio de constantes recaídas.

23. La vida entera deberá ser una Pascua, un eterno estar pasando de una orilla a la otra del río, es un proceso nunca acabado de irnos despojando del hombre viejo…



24. No nos hagamos ilusiones porque las ilusiones acaban siempre en desilusiones. No existe nada total: no existe conversión total, madurez total, equilibrio total…

25. Nuestra vida es un caminar en medio de muchos retrocesos, contra marchas, caídas y recaídas, y sin asustarse por ello. Las caídas no tienen importancia. Lo importante es levantarse después de cada caída y partir de nuevo.



26. Nunca se ha visto que un bebé, cuando comienza a andar, se suelte de los brazos de la madre y se lance a correr como un corderito. Después de muchísimos ejercicios que le hace su madre, lo suelta y el niño da un paso y diez caídas. Después de mucho tiempo se equilibran sus pasos y caídas. En la vida todo es lento y evolutivo.



27. En la vida hay que tener una comprensión inagotable primero consigo mismo. ¿Entristecerse? De nada. Pacientemente volver a hacer acatos de abandono. Jesús tuvo que repetir una y otra vez las palabras de abandono allá en la noche de Getsemaní, en la Hora de la redención.



28. A veces se pasa en silencio ante una grosería de familia, después de una buena oración matutina. Y a la tarde de ese mismo día, por una palabrita de otro, estalla una reacción desproporcionada. Somos así. No existe nada que sea total.



29. El camino de la santidad está jalonada de recaídas y fracasos. ¿Entristecernos por esto? De ninguna manera. Simplemente aceptar con paz, y de entrada, que la realidad es así, y después de cada recaída, partir de nuevo en alas de la esperanza.



30. ¡CAMBIAR? No se puede cambiar. Los códigos genéticos acompañan a la persona desde que nace hasta que muere. No se puede cambiar, se puede mejorar.



31. Se cuenta que tal persona que era insoportable, después de un grupo de oración, cambió totalmente. Fue una verdadera conversión. Pero si después de un tiempo abandona todo trato con Dios en la oración y los sacramentos, veremos como vuelve a ser la de antes…



32. Por experiencia sabemos que si uno abandona el trato con Dios y su vida cristiana, vuelve a su mala vida: amor propio, orgullo, impaciente, agresivo, nervioso…



33. Si Jesús está en nuestra vida, habrá un cambio, una transformación, es un morir y un nacer de nuevo. Morir a mí para vivir “a” Jesús, sirviendo a los demás.



34. TALLERES DE ORACIÓN – Que se llama “desierto” al hecho de retirarse en soledad y silencio o para “estar con” el Señor un mínimo de 4 horas, generalmente en el seno de la naturaleza, o en un cuarto, o en una capilla o en cualquier lugar solitario.



35. Ese Jesús con quien he tratado, baja conmigo a la lucha de la vida. Con Él a mi derecha las dificultades se asumen con facilidad, las ofensas se perdonan sin dificultad, las repugnancias se aceptan con naturalidad, la amargura se transforma en dulzura, la irritabilidad en mansedumbre. Crece el amor, aumentan las ganas de estar con Él.



36. Lo mejor es que Jesús resucitado alumbra con su resplandor el mundo desconocido del inconsciente. Lo más importante de nosotros es la desconocido de nosotros.



37. Hacemos lo que no queremos porque desde esas galerías inaccesibles y oscuras del inconsciente emergen los impulsos desconocidos que nos asaltan y dominan.



38. Siempre he pensado que el gran desafío de Jesucristo como redentor del mundo es cómo llegará a redimir el inconsciente del hombre.



39. En la oración de profundidad Jesús tiene que llegar a esos abismos, iluminar y revestir con su presencia aquellos impulsos originales y salvajes a fin de que, cuando salgan al campo del comportamiento, lo hagan según el estilo de Jesús.



40. Esa llaga abierta hay que cicatrizarla: puede ser un rencor viejo, una frustración profunda…en cada momento de intimidad el orante siente que Jesús, con su mano de médico divino, va curando esa herida. Todos los días son miles los que Cristo cura y sana.



41. Hay gentes que no viven sino que agonizan bajo la nube de temores, ansiedades, miedos irracionales, inseguridad y muchas cosas que no saben de donde vienen ni a donde le llevan.



42. El que ora de verdad va sintiendo poco a poco que el viento de Jesús va arrastrando esa nube cargada hasta que, finalmente brilla un cielo azul sobre el alma.



43. En los Talleres de Oración y Vida todo el programa lo reducimos a una simple pregunta: ¿qué haría Jesús en mi lugar?. Quedémonos con esta inquietud.



44. ¿Cómo miraría Jesús a esta persona tan antipática?. Voy a pensar en adelante que yo ya no soy yo; yo “soy” Jesús; y voy a tratar de mirar con los ojos de Jesús, con esa mirada del corazón más dulce y amoroso y tal persona se vuelve a mis ojos un encanto de persona.



45. Si Jesús estuviera en mi lugar, ¿cómo respondería a estas palabras tan groseras que me dicen? Jesús no conoce de amor propio, su reacción es siempre de amor.



46. En cualquier dificultad me voy a presentar como Jesús, con un semblante interior y exterior de paz. Sin abrir la boca les estaré gritando que Jesucristo vive.



47. El mejor programa de santificación cristificante: sentir como Jesús sentía, pensar como Jesús pensaba, hablar como Jesús hablaba, amar como Jesús amaba, pisando siempre sus pisadas.

martes, 6 de noviembre de 2012

Carta desde el monasterio



Saint Pierre du Pont
16 de Diciembre 1997

Muy estimado Padre Antonio: Ha pasado un año desde que ingresé en este monasterio, ahora rompo mi silencio  con esta carta.  Son las ocho de la noche, pronto deberé de ir a la cama, ya que la campana y el hermano despertador nos levantarán a las tres de la mañana.  Durante este domingo he estado pensando como mi vida ha ido caminando, sólo Dios sabe el porqué de tantos interrogantes, pero lo cierto es que el tiempo aquí es diferente, en el mundo  nunca se detiene y  sin embargo, en el monasterio se suspende en una especie de no tiempo, donde todo es presente.

                Padre Antonio sólo se me permite tres cartas anuales. Escribí a mis padres y también tengo ilusión de hacerlo estas navidades, ahora el maestro de novicios me ha dado permiso para escribirle y lo hago antes de que llegue el adviento.

                La vida monástica es más suave desde dentro que desde fuera, pero sobre todo es austera. Paso casi todo el día en soledad, en una celda en la ladera de una montaña,  que esta formada por tres habitáculos: El Ave María, que es donde se come, se trabaja y se realiza la  Lectio Divina. El dormitorio donde se encuentra una dura tabla que hace de cama, con dos mantas, y una gran cruz sobre la pared de madera. Y por último el oratorio, donde sólo hay  dos iconos de la Madre de Dios y de Jesucristo.  También la celda posee un pequeño jardín.

                Aquí, entre esas paredes he pasado casi todo este año. El silencio, que a veces es aterrador se convierte en murmullo suave que me conduce a la  fuente escondida que mana y corre, como diría San Juan de la Cruz.  No puedo leer por obediencia más que el evangelio, y me paso días enteros rumiando sus palabras. A veces una sola frase me sirve de alimento para una semana. La repito con el corazón, en silencio, y como lluvia fina me va humedeciendo mi alma. Otras veces suelo escribirla y la pongo el oratorio en la pared, para mi mis ojos también participen cuando el corazón y los labios se silencian.

                Don Antonio, en la vida contemplativa  no se atisba el fruto de nuestra entrega y oración, pero creo que es ahí donde  reside su fecundidad escondida. Sólo salimos de la celda dos veces: por la madrugada para el rezo de maitines, laudes y la Santa Misa y por la tarde para la oración de vísperas. El otro día cuando me dirigía a la Capilla para participar de la oración vespertina, por el camino oí un ruido extraño, paré mis pasos, y no vi nada, permanecí sin moverme unos segundos, y de pronto de tras de unas hojas secas apareció un hermoso pajarillo de colores que se escondía al oír mis pasos, entonces pensé que al igual que el pajarillo que se esconde, ahí está el misterio de esta vida.      
              Esconderse  a los ojos del mundo, para vivir solo para Dios. En el misterio de no ser nada, de abrazar la cruz, con la esperanza de que nuestra pobre existencia será transformada. Muchas veces pienso que aunque  a oscuras participamos ya de la vida del cielo.

                Don Antonio, siempre tengo presente sus enseñanzas, pasar desapercibido, escoger siempre lo más humilde y lo que nadie quiere, estar siempre en el último lugar. No quejarme nunca de nada y todo por amor a Cristo. A veces me cuesta mucho, por mis propias fuerzas es imposible y le pido a Dios ayuda. Desde mi niñez padezco de muchos dolores de cabeza. Cuando me llega el dolor sonrío incluso cuando estoy en la Iglesia delante de Jesús Eucaristía. No quiero que ni Él se dé cuenta.

               Hay muchas cosas que no entiendo de la vida del monasterio, todos los monjes son franceses excepto un americano  de Nueva York, Intento guardarlo todo en mi corazón ofrecérselo a la Virgen. Estoy descubriendo la oración de Jesús, que la uno  la lectio del evangelio. A veces, me parece que cuando duermo mi corazón invoca el Santo Nombre de Jesús como sacramento. Me siento sumergido como en un baluarte, todo se convierte en oración la vigilia y el sueño, no tengo palabras para explicarme. Tengo que luchar contra los pensamientos, que a veces me perturban, si me dejo guiar por ellos me hieren… Tres veces al día realizo el examen de conciencia, por la mañana; le expongo a Jesús mis faltas y mis pecados y le pido que me ayude a luchar contra ellos. Al medio día le pido perdón si lo he herido con mis pecados o mis faltas contra la disciplina monástica, intento hacer alguna penitencia y por la tarde como  un niño en los brazos de su padre le doy gracias por  toda su ternura hacia mí y le vuelvo a pedir misericordia por mis pecados.  


             Mis pensamientos debo comunicarlos al maestro de novicios, es una manera de despropiarme de mi vida y ser más pequeño.

            El otro día, al final de la jornada, cuando la oscuridad se hace presente y sólo se ilumina la imagen de la Virgen. El canto de la salve de los monjes se elevaba y convertía en plegaria. Había tanta paz, tanto silencio… Mi corazón miraba a María… estaba dichoso y feliz como nunca había sentido la felicidad en esta tierra. Todo es gracia.  

           Bueno Don Antonio: Usted siempre quiso que fuera sacerdote pero dentro de mí corazón una voz me llama a seguir esta vida oculta y orante. Encomiéndeme cada vez que celebre la eucaristía para que nunca anteponga nada al Amor de Cristo.

                Atentamente. José María

martes, 30 de octubre de 2012

PACTO MONÁSTICO CON MARÍA





Santísima Virgen María,
en este día acudo a Ti,
para que me dirijas y enseñes en la soledad
el camino de seguimiento de tu Hijo Jesucristo.

Te pido Madre:
que sea fiel en tu fe,
inquebrantable en tu esperanza,
ardiente de caridad en tu amor sin límites,
humilde en tu humildad,
simple en tu simplicidad,
dulce en tu dulzura,
orante en tu oración continua,
puro en tu pureza,
virgen en tu virginidad perpetua,
obediente en tu obediencia sin límites,
pobre en tu pobreza,
confiado en tu confianza,
sereno en tu serenidad
renunciado en tu abnegación y
gozoso en tu gloria.

martes, 23 de octubre de 2012

ENTRE EL "RUIDO" Y LA "PRISA"





  • Aprendamos a vivir plácidamente entre el ruido y la prisa.

  • Recuerda que la paz puede estar en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate por ser amigo de todos. Di la verdad, tranquila y claramente.

  • Escucha a los otros, aunque sean torpes e ignorantes: cada uno de ellos tiene también una vida que contar.

  • Evita a los ruidosos y agresivos, porque ellos denigran el espíritu.

  • Si te comparas con los otros, puedes convertirte en un hombre vano y amargado: siempre habrá cerca de tí alguien mejor o peor que tú.

  • Alégrate de tus realizaciones como de tus proyectos.

  • Ama tu trabajo, aunque sea humilde; es el tesoro de tu vida.

  • Sé prudente en tus negocios, porque en el mundo abundan las gentes sin escrúplos. Pero que esta convicción no te impida reconocer la virtud; hay muchas personas que luchan por hermosos ideales; y la vida está llena de heroísmo.

  • Sé tu mismo. Sobre todo no pretendas disimular tus inclinacines.

  • No seas cínico en el amor, porque cuando aparece la aridez y el desencanto en el rostro, se convierte en algo tan perenne como la hierba.

  • Acepta con serenidad el consejo de los años y renuncia sin reservas a los dones de la juventud.

  • Fortalece tu espíritu, para que no te destruyan inesperadas desgracias. Pero no te crees falsos infortunios.

  • Muchas veces, el miedo es producto de la fatiga y la soledad. Sin olvidarte de una justa disciplina, se benigno contigo mismo.

 Antigua inscripción fechada en el año 1692

lunes, 13 de agosto de 2012

E L S I L E N C I O


E L   S I L E N C I O   en la vida del monje





  Los monjes de vida contemplativa pueden ser considerados como “hijos del silencio.”
  El monje se habitúa a vivir con su cuerpo y con un alma en perfecto silencio:

  -Silencio en los labios,
  -Silencio del corazón,
  -Silencio de la mente.

 Los sentidos externos dejan todo apego, toda curiosidad de ojos y oídos. Dejan las cosas materiales y  toda afectividad por todos los seres creados.
  El silencio hace más disponible a todo creyente para vivir en la presencia de Dios y descubrir el Misterio. El silencioso penetra los secretos de la contemplación.

  Con el silencio el hombre va desapareciendo y su ser externo va perdiendo valor y poco a poco va retornando a la primitiva gracia recibida de Dios antes de la primera caída del paraíso terrenal y está ordenada a la visión beatifica.

  El silencioso penetra en el secreto. Permanece en su “yo” profundo: “Calla, islas para que puedas escucharme,” ( Is 41, 1 ). Así vive en un presente que no tiene un mañana. Dios habla en el silencio y por eso el solitario calla.
  La tarea primordial es dejarse formar, martillar, estructurar del silencio que  le da el poder de vivir y de morir.

EL ARTE DE LAS ARTES

  El arte de las artes no está en amar o conocer, está en saber vivir en silencio. Entonces se genera el conocimiento y el amor, la humildad y la virginidad del corazón.
  En esta ciencia espiritual, el silencioso no se olvida de los hombres, Dios a través de él, consuela, vigoriza, guia y acompaña a todo ser viviente.

  Es el arte que permite vivir en estado de oración sin distraerse y elevando cada día a sus hermanos para hacer germinar el grano de trigo, de mostaza, de arroz, de todo esto de que habla la tradición cristiana del Oriente y Occidente. En una palabra el silencio del eremita, sella el compromiso de la vida interior y es la manera perfecta de guardar “el secreto del rey.”

SAN BRUNO EN SU CARTA A RODOLFO
  Afirma San Bruno que “aquello que la soledad y el silencio del desierto ocasiona de utilidad y de gozo divino a cuantos aman, solo saben decirlo aquellos que lo experimentan.”
   La mística del silencio es esencial mente contemplativa y da la gracia de vivir y estar de corazón a corazón con Dios.

MAXIMO BALDINI
  Dice que el tema del silencio puede ser actual o no actual. No obstante se puede pensar, según otros muchos estudiosos que el silencio es indudablemente actual, quizá mucho mas de lo que nunca ha sido.  Este autor traer los siguientes testimonios:
  Sontag, dice que el hablar se ha convertido en una esclavitud como el alcohol. Nuestra civilización es de palabras fantasmas, llenos solo de ruido.
  Las palabras crean confusión, no son la palabra. Es mas bien una alucinación de vientos, de vagas charlatanerías de la vida cotidiana que hace notar la nostalgia del valor del silencio.
  Se ha dicho que “el silencio pertenece a la estructura fundamental del hombre.”

  Para Gandhi el silencio “dilata el espacio de tiempo de nuestra vida.”

  Bossuet ve en el silencio un medio privilegiado para “conseguir la propia salvación.”

ISAAC DE NINIVE
  “Si amas la verdad, sé amante del silencio, a semejanza del sol, este te hará luminoso y te librara de los fantasmas de la ignorancia. El silencio nos une a Dios mismo.
GERHARD TERSTEEGEN
  “Por el selencio son reconocidos los que llevan a Dios en el corazòn.”
IGNACIO SILONE
  En ningún siglo, la palabra ha sido tan tergiversada, como lo es ahora de su fin  natural que es el de comunicarse con los hombres. Hablar es engañar y engañarse que a menudo se hacen sinónimos.
  El poeta de nuestros tiempos, como el místico, ha probado al menos, por una vez en su vida el deseo de “morir de silencio.”
 
  PICARD, escribe: “El silencio pertenece a la esctructura fundamental del hombre.”
  Para Pischari, el tiempo es “un grande maestro de verdad.”
  Lavelle, dice: “el tiempo es la forma más perfecta del pudor.”
  San Pablo de la Cruz trata del silencio como “la llave de oro que conserva el tesoro de la virtud.”
  San JUAN DE JESUS MARIA: El silencio tiene cierta afinidad con la contemplación divina y el rapto del alma en cuanto hace también en ella comprender, sin estrépitos de palabras, cosas superiores a la capacidad del mundo.
  El silencio no es la mera ausencia de ruido, es la paz. No es mutismo. El hombre debe callar, no ser mudo. Sólo la persona puede estar en  aquella recogida calma que se llama silencio.

EL SILENCIO COMO FORMA DE COMUNICACION
  El silencio no es mudo;  lo que es mudo no es silencio. Es una forma de comunican (en su significado más profundo, es la comunicación a la segunda potencia); el mudo en cambio, se aisla y nos excluye de toda comunicación.”

EL SILENCIO NO ES ENFERMEDAD
  No se trata de un taciturno por temperamento o enfermedad. Se es silencioso por atención, por concentración, recogimiento, meditación, oración.
  El silencio no se resuelve en el mero callarse de los labios. No es únicamente exterior, es un hecho de todos nuestros miembros y más aun de nuestra alma.

EL MAS SUBLIME SILENCIO

  Donde hay silencio de palabra, de acción, de actitudes, se da el más sublime silencio. Se le podrá llamar “el silencio del silencio.” Es una expresión de un estado interior. Se puede callar y ser todavía bulloso, de hecho si los labios callan, el ánimo puede estar en el tumulto y, al contrario, se puede hablar y ser silencioso, si las palabras que son pronunciadas son palabras salidas de nuestro silencio interior. 

  ABBA POEMEN, de los  padres del desierto, dice que hay quienes parecen en silencio pero en su corazón juzgan a los otros: estos hablan continuamente. En cambio, otros tienen necesidad de hablar todo el día, desde la mañana hasta la noche, pero en realidad, guardan silencio porque nada dicen que no sea de utilidad espiritual.” ( Apotegma ).

RUIDOS QUE HACEN SILENCIO
  No debemos olvidar nunca que “todos los ruidos que nos rodean hacen mucho menos estrépito que nosotros mismos. El verdadero ruido es el eco que las cosas tienen en nosotros. No es el hablar el que rompe inevitablemente el silencio.
  La sede de la palabra de Dios es el silencio,  si cuando hablamos, nos limitamos a repetir aquella palabra, no cesamos de callar.”

EL SILENCIO NO ES UN FENÓMENO SIMPLE

  No existe un sólo tipo de silencio, sino una pluralidad de silencios. El silencio no es un fenómeno simple como podría inicialmente parecer, sino más complejo. El silencio, a ejemplo, no tiene una sola forma de expresión, un sólo significado,  puede asumir, en efecto, múltiples significados.
  LAVELLE, escribe “Hay un silencio de clausura, un silencio reservado, un silencio de mortificaciòn, un silencio de amenaza, un silencio de cólera, un silencio de rencor.
  Hay también un silencio de aceptación, un silencio de promesa, un silencio que lleva el peso de todos los recuerdos sin evocar ninguno, un silencio que toma en elección todas  las posibilidades sin preferir ninguna.
  Hay silencio de pesadez que oprime en tal modo que la más pequeña palabra que sería para mi una liberación, es un silencio frágil del cual temo la ruptura, rige la hostilidad irritada de no encontrar medios suficiente mente fuertes para manifestarse, es un silencio de amistad plena, feliz de haber superado todas las palabras y haberlas dejado inútiles.

Silencio de admiración y de desprecio

  Hay un silencio de admiraciòn y uno de desprecio, hace sentir la presencia del cuerpo como una carga que no se puede llevar; otras veces en cambio, parece abolirlo, como si se hubiera convertido en un espíritu puro.
  Existe un silencio que tiene algo de divino, pero también un silencio que viene del demonio. Existe el silencio auténtico así como existe la palabra inauténtica.


San GREGORIO MAGNO, dice que existe un “silencio rumoroso” que es el silencio de odio, de envidia, que es desesperación. Los taciturnos cuando ven los  males de los otros, y se quedan silenciosos, son como aquellos que ven las heridas y no las quieren curar; se hace responsable de la muerte, porque no quiere echar fuera el veneno, que habría podido curar con sus palabras. Si el mucho silencio no fuera una culpa, el profeta no diría: “Ay de mí, porque he callado.”
  Quien ama el silencio, ama también la palabra esencial. El sabe que “la palabra más bella no expresa el silencio, lo vuelve insensible...las palabras más bellas son las voces del silencio como el “icerberg” sobre el agua, si se acaba se pierde el ligamen; así con el silencio, es “lo esencial de toda palabra.

miércoles, 25 de abril de 2012

HIMNO A LA SOLEDAD





HIMNO A LA SOLEDAD.
(De los escritos del Beato P. Giustiniani)

“ Oh soledad bienaventurada, que enseñas a los espíritus humanos
 a entrar en sí mismos y a desear ver la majestad de Dios
 en la medida en que es posible al hombre! 
 Oh soledad, que participas de las delicias del cielo y
 traes al hombre que vive en esta carne, un poco de la divina embriaguez!  
Sólo tú, amable soledad, muestras el ideal de esa alegría eterna 
que deseamos y esperamos obtener en la patria!

 Oh soledad, nunca suficientemente alabada! 
Tú haces que el alma se una para siempre al Dios creador, tan bueno y poderoso!  
Tú anuncias la venida del Espíritu Santo; más que anunciarlo,
 lo traes al espíritu humano, así como la aurora anuncia el día,
 trayendo a nuestros ojos la claridad del sol! Oh soledad! :
 no eres suficientemente conocida más que por los que te conocen por experiencia.

jueves, 23 de febrero de 2012

EL LIBRO DE LOS EJEMPLOS



EL LIBRO DE LOS EJEMPLOS

Fábulas, Parábolas, Episodios para mejorar la propia  vida
Por Pier  D’Aubrigy

1.    MIRABAN LOS MUROS DESDE LEJOS

  -¿Quién soy yo?  Pregunta un día un joven al anciano. Eres lo que piensas, le responde al anciano. Te lo explico con una historia: - Un día, desde los muros de la ciudad, hacia el poniente se veía sobre la línea horizontal, muy distante, dos personas abrazadas. –“son el papá y una mamá, pensó una niña inocente”. –“Son dos amantes, añadió un hombre de mundo”. Son dos mercaderes que han concluido un buen negocio, pensó un negociante. Es un padre que abraza a su hijo que vuelve de la guerra, pensó una madre. –Es una hija que abraza a su  papá de regreso de un viaje, pensó un hombre que aun sentía la pena de la muerte de una hija. –Que bello es ver dos personas que se abrazan dijo un hombre de Dios. – Y concluyó el anciano: todo pensamiento, revela a quien habla. Examina tus pensamientos y podrás decir más cosas sobre ti que cualquier maestro.

2.    LA ILUSIÓN DE UNA CHICHARRA QUE QUERÍA EMIGRAR

 –Una chicharra quería irse a vivir lejos. Una abeja la vio cuando empacaba sus maletas y le preguntó a dónde se marchaba. Me voy al Oriente, ¿Por qué?, le pregunta la abeja, no te encuentras bien aquí? No, responde la chicharra. Aquí todo el mundo me odia por mi canto y por  eso he decidido partir. Entonces la abeja le dijo: lo que  debes cambiar es tu sonsonete, porque de lo contrario, donde vayas llevarás ese canto y serás mal vista.

3.    COMO PERROS PERDIDOS

-Un estudiante, un comerciante y un hombre de gobierno fueron asaltados por los ladrones en un desierto. Fueron despojados de todo y vagaban como perros perdidos hasta que se encontraron con un ermitaño que los recibió. Les dio de beber y de comer y les dijo: Como ven esta celda es muy pequeña pero cada uno puede improvisar un refugio porque el invierno empieza y  pueden morir. Los 3 hombres dijeron en coro: Queremos seguir el viaje!
–Es imposible, les dijo el monje. Van a encontrar caminos bloqueados por la nieve. – El estudiante dijo: Y que voy hacer yo sin mis libros? –Cómo voy a responder por mis negocios urgentes, dijo el comerciante y qué voy a hacer con mi pueblo, prorrumpió el hombre de gobierno. -El ermitaño les animó para que puestos de acuerdo pudieran hacer algo. –Hicieron tres casetas de piedra y cuando ponían el techo, empezó a caer la nieve. –El invierno fue largo pero se les hizo breve por la experiencia de esa aventura que lograban pasar juntos y  con vida.

      -Pudieron conversar, reír, coger leña, agua, preparar alimentos. Fue algo inolvidable.
-El monje de vez en cuando, participaba con ellos  les hablaba de Dios, de su amor, de su justicia hasta hacerlos estremecer de las verdades eternas. Llegó la primavera. Debían partir pronto, pero cada uno aplazaba la salida. Ayudaron al ermitaño a preparar los terrenos y sembrados, a cuidar las ovejas y contemplar el azul del cielo. Un día les dijo: Ya no los oigo hablar de libros, ni de negocios, ni de los súbditos. Qué ha pasado?
 Y los tres se miraron callados. – Antes estaban preocupados de lo pasado. Ahora se sentían contentos, unidos y en paz, parecían patronos de ellos mismos, les dijo el monje.

 –Reconocieron, pero querían saber por qué: se sentían más contentos, libres de preocupaciones y palparon la presencia de Dios en ese humilde monje amigo. – Partieron juntos con la existencia y amistad de Dios que  les regaló esos días el ermitaño y pudieron disfrutar de un sol maravilloso en el camino de regreso como un anticipo del cielo.

4.    Los monjes y el cazador.

-Un día San Antonio estaba en recreación con sus hermanos en el desierto, cuando llegó un cazador y quedó sorprendido y escandalizado de ver jugar a los monjes. El santo, le quiso dar una lección: le pidió el favor de lanzar la flecha de su arco, lo que hizo al instante. Ahora te ruego no dejar de lanzar la flecha hasta que yo te lo diga.
 Al poco tiempo el cazador se detuvo y dijo de no poder seguir porque la cuerda del arco se había destemplado. Era necesario esperar un rato. Como ves, dijo el santo, es necesario dejarlo reposar. Lo mismo ocurre con nuestro espíritu, para que soporte la fatiga. Es lo que estamos haciendo. Y el cazador quedó impresionado de la respuesta.

5.    EL PASTOR Y EL PÁJARO

-En la  plaza de una ciudad, un sabio respondía a todas las preguntas que le hicieran sus oyentes. Un cazador curioso que bajaba del monte, quiso ponerlo en aprietos: tomó un pájaro vivo que llevaba y en sus manos, lo  escondió en sus espaldas y le preguntó al sabio: ¿Qué tengo en las manos? Y le respondió: Un pájaro. ¿Vivo o muerto? Eso está en tus manos. –Pensaba entre sí el cazador, si me dice que está vivo, lo degüello al instante y si me dice que está muerto, lo echo a volar. –
  El sabio dijo al público: como ese pájaro que está en las manos vivo o muerto, según lo quieras, así es la felicidad: está en nuestras manos y aunque pueda depender de circunstancias externas, lo esencial depende de nosotros mismos.

6.    UNA PARROQUIA DIFÍCIL

-    San Gregorio el taumaturgo del año 213-270, tuvo una juventud serena y de mucho estudio en las ciencias humanas y divinas. Se retiró al desierto a vivir en soledad. El obispo de Amsea al conocer sus virtudes lo llamó y lo preparó para hacerlo sacerdote.
-     Gregorio no se sentía digno pero ante la insistencia del obispo accedió. Tuvo una parroquia muy grande con miles de idólatras y sólo con 17 cristianos. Con su santidad de vida y milagros, logró convertirlos a la fe cristiana. Fue uno de los hechos más bellos en ese siglo III.

7.    FUE LLAMADO POR SU NOMBRE.

 -Se narra la hermosa leyenda de Elena de Troya, que siendo reina fue raptada y obligada a una vida de perdición donde perdió hasta la memoria. Un día en el puerto fue reconocida por un antiguo súbdito que le preguntó su nombre y no  entendió. Le pidió que le mostrara las manos y le dijo:

Tú eres Elena, Elena, no recuerdas? Y ella como quien despierta de una pesadilla, abrazo al viejo amigo llena de lágrimas. Dejó esa mala vida y volvió a ser la reina de Troya. –Dios en cualquier momento nos llama por el nombre y nos permite reconocer la dignidad de ser sus hijos. Hijos de Dios.

8.    ERMITAÑO QUE QUIERE ABANDONAR SU SOLEDAD

-Un ermitaño después de haber pasado 60 años en un desierto apartado llevando una vida muy mortificada, alimentándose hasta con hierbas peligrosas, cayó en desánimo y se consideraba inútil sin hacer algo extraordinario como los padres del desierto, resolvió abandonar su vida de ermitaño y volver a la ciudad a la vida ordinaria. Pero Dios quiso enviarle un ángel que le dijo:

-¿Qué es lo que piensas hacer? –Podrás hacer otra maravilla mayor que la vida que llevas?, ¿quién te ha dado las fuerzas para resistir tantos años y comer hasta hierbas venenosas? –Pide a Dios fuerzas con humildad que la corona no esta lejos. El hombre de Dios acogió el mensaje y terminó allí su vida santamente. (Es un apotegma de los padres del desierto).

9.    A TRAVES DEL AGUA CRISTALINA

– Tres amigos, después de ingresar a la vida monástica, se preguntaron sobre esa experiencia. Dos de ellos habían decidido dedicarse más bien a trabajar  por la paz de los hombres. Otro quiso dedicarse a cuidar enfermos. El tercero quiso permanecer en la vida solitaria. – Al tiempo los dos primeros se desanimaron en la vida activa en la caridad y regresaron a la soledad donde encontraron a su compañero quien tomó agua en una vasija y les dijo a sus dos amigos que la echaran  a un  estanque y miraran. En un principio no vieron nada por la agitación del agua, pero ya quieta, se vieron sus caras reflejadas en el agua y el  ermitaño comentó: En medio de los hombres no se puede , a causa de la agitación del mundo, ver los pecados; si permaneces en el desierto, puedes por el conocimiento de tí mismo llegar hasta la visión de Dios. (De los apotegmas de los Padres).

10.    AL CAMINAR LE CONTABAN LOS PASOS.

– Un santo anacoreta vivía en un apartado desierto, dónde sólo era visto de Dios y de los ángeles. Para proveerse del agua debía caminar mucho y un día muy cansado decidió hacer su celda cerca de la fuente. De regreso mientras caminaba, sintió que alguien venía cerca y contaba sus pasos. Pregunta quién es y le responde un ángel: Vengo en nombre del Señor a contar tus pasos para darte la recompensa. El buen hombre se dio cuenta y puso su celda aun más apartada para ganar méritos para el cielo.

11.    EL ESCLAVO, EL PATRÓN Y EL HOMBRE DE ESTUDIOS

–    En un país y en tiempos lejanos, un patrón tenía un esclavo que amaba y respetaba profundamente, de la misma manera que el esclavo lo amaba y respetaba. Ambos vivía muy contentos. Un día apareció un brillante estudioso que le dijo al esclavo: Tu patrón goza de muchas cosas y tú de nada. Él posee una casa muy grande con hermoso jardín, gracias a tu trabajo.
–     Tiene ovejas que le dan muchas ganancias porque tú se las cuidas. ¿No serías muy feliz si estuvieras en su lugar? No creo, respondió. Mi patrón y yo vivimos felices.
–     Dile que cambien de lugar y lo verás. Así el patrón se pasó a la casita del esclavo y este a la de su patrón. Pasó el tiempo y le preguntaron cómo se sentía y respondió: no comprendo tu consejo. En esta casa tan grande siento inseguridad, frío, me hace falta cuidar las plantas que son mi placer y el manejar dinero me quita hasta el sueño tranquilo que tenía antes. – pero ahora él está a tu servicio. Si pero no tengo el gusto de ver las ovejas y sentarme debajo de la roca a descansar y lo envidio. –el hombre de estudios se acercó al patrón y le pregunta: ¿Cómo te has sentido ahora? –te diré que la casa en muy pequeña pero acogedora y caliente. Me cansa trabajar la tierra pero me da un sueño tranquilo y puedo comer mejor.

 El hombre de estudios entendió que las cosas no son como se ven a primera vista. Una cosa es la teoría y otra la vida real. La aparente felicidad que buscaban se derrumbó.

 El esclavo y su patrón se sentaron a la mesa, bebieron un poco de vino y volvieron a su antigua y normal vida de antes. En la vida lo que importa es estar bien con lo que la Providencia nos ha dado y nuestro trabajo ha merecido. La felicidad está más cerca sin aspiraciones inútiles.

12.    ¿Dónde habita Dios?


 - Una niña se encontraba con su abuelo al pie de un pozo. Apenas habían mirado el lugar lleno de agua, pregunta: ¿Abuelo dónde habita Dios? –el viejo alzó del suelo a la nieta y la acercó a la orilla del pozo. Mira al fondo y dime qué ves. –veo el reflejo de mi cara, responde la niña. Pues bien, Dios habita allí, dice el abuelo. Vive dentro de ti.

13.     OJOS SIN LUZ

-    Un hombre venido de lejos, llegó a un pueblo donde sus habitantes eran grises y sus ojos no tenían luz. Algunos se acercaron atraídos por la luminosidad de sus ojos y por el aspecto de su cuerpo.
-    Le preguntaron de dónde venía y les respondió: Vengo del desierto de Dios. Y qué es ese desierto de Dios? –Es un lugar dónde se ora, se da acción de gracias y se adora al verdadero Dios. Estos hombres cambiaron de aspecto y le dijeron: -Nosotros hemos abandonado a Dios porque nos causaba peso, fatiga e impedimentos. –el hombre del desierto de Dios les dijo: Quizá por eso habéis perdido la luz. Queréis volver a Él de nuevo? – es muy difícil, le contestaron.
-    Dios ya no se acordará de nosotros. Al contrario, responde el hombre. Dios sólo espera que volváis a Él. Hizo una piadosa oración y todos se unieron a él. Un rayo de luz, despejó el color de sus rostros y la niebla de sus ojos.
-    –Qué maravilla, exclamaron y se miraban los unos a los otros. Vamos a orar con todo el pueblo pero el hombre del desierto los detuvo: no es fácil, si queréis, venid conmigo al desierto. Los hombres de aquel lugar lo siguieron y vivieron un tiempo en la ley de Dios, oraban, adoraban y vivían en continua acción de gracias. Cuando regresaron a su pueblo sus ojos eran resplandecientes y no hubo necesidad de hablar, ni explicar, porque todos eran atraídos por estos. Eran nuevos hijos de Dios, el pueblo sacerdotal…


14.    LAS FLORES DEL DESEO –
-Un monje miraba el prado magníficamente florecido y preguntó al anciano: -¿Es duro para los monjes la castidad? Es como tener delante esas espléndidas flores perfumadas y no poder coger ni siquiera una…Un hombre casado que oyó esas palabras, observó: Y qué decir de nosotros los casados que hemos cogido una flor, la hemos saboreado por su perfume pero el deseo de conocer otras, no nos ha permitido vivir en castidad. –Una mujer presente, dijo: -Que sufrimiento tan grande tenemos de no poder ser acogidas por aquel a quien amamos. –El Señor, al escuchar a los tres, dijo: Tienen razón los tres. La castidad es difícil para todos. Por eso he prometido a los puros de corazón que verán a Dios.

15.    LO QUE ES UN BUEN HIJO

-    Una pareja se casaron en avanzada edad y lograron con muchos deseos tener un hijo. Le levantaron con todo amor en la ley del Señor. Aunque muy pobres lo pusieron en la escuela de un sabio donde creció en el espíritu.
-     Ya joven, este buen hijo, un día quería dar a sus padres una muestra de gratitud y les preguntó qué querían que les traje como regalo. Le respondieron: nada hijo, nos basta tu cariño y presencia. Sin embargo al insistir, le pidieron que le calmaran un poco el antojo que tenían de beber una copa de vino.
-    El muchacho no tenía dinero. Un día mientras caminaba por el bosque para traer la leña, encontró una fuente que se precipitaba en una bellísima cascada. Bebió de esa agua y sintió que era un vino dulce y genuino. Llenó la cantimplora que llevaba y corrió a su casa a llevarles el regalo. – Aquí les traigo el vino que querían. Está muy bueno.
-    Los papas tomaron el vino pero no saborearon más que una agua pura. Se miraron mutuamente, se sonrieron y le dijeron: Está muy bueno, querido hijo.
-    La próxima semana les traeré más y así lo hizo por varias veces. Sus padres siguieron su ocurrencia y bebían el agua con mucho gusto y entusiasmo, felices de ver la sonrisa a flor de labios de su adorado hijo. Muchos achaques de los ancianos padres desaparecieron como de milagro y bendecían a Dios que les había dado un hijo que era todo amor para con ellos, sin esperar otro vino que el del amor.

16.    TRES JÓVENES AFRICANOS

 –En una ocasión fueron presentados al jefe 3 jóvenes que habían sido enviados a la selva y querían ponerles a prueba sus capacidades y juzgarlos si eran dignos de ser unos valientes guerreros del rey. Fueron muchos los peligros de la selva pero volvieron sanos y salvos.
 ¿Qué han hecho para darles una buena responsabilidad? Se hizo silencio y luego empezaron los jóvenes a hablar.
–Uno había matado a un leopardo, otro había luchado con una pantera. Sólo el tercer quedó callado. –y tú Mabú qué has hecho, le pregunta el jefe.

 –Yo sólo he podido coger un panal de mil de abejas selváticas. Los otros dos se rieron. El jefe le pregunta y  por qué no hiciste una prueba de audacia, digna de un guerrero. – Tú sabes, jefe, que mis padres están viejos y enfermos; tenía qué pensar en ellos y lo he hecho al traerles esa miel.
 –El jefe se levantó, entregó la lanza a Mabú y dijo: antes que ser cazador, somos hijos y sólo hay un modo de ser agradecidos con detalles que no es fácil entender por los demás. Eres el guerrero que necesitamos.

17.    UN PLATO PARA LA ABUELA

-Una anciana vivía fuera de la ciudad con su hija y un nieto. Con el pasar de los años, sus manos se volvían más débiles y lo mismo sus ojos y sus oídos. Quería ser útil pero no lo lograba. Por eso la abuelita derrochaba el agua, dejaba caer los platos y cometía otros errores. Un día la hija desesperada porque la mamá había roto el plato más precioso, mandó a su hijo a comprar uno de madera para la abuela. El muchacho se resistió por esa prueba para su abuelita, pero tuvo que obedecer y regresó a la casa con 2 platos.

–Te había dicho de comprar uno sólo, le insistió la mamá, no me has entendido. – Sí, dijo el hijo. He comprado el otro plato para cuando tú seas vieja. (tradición de la india).

18.    LA MONTAÑA INACCESIBLE

-Cerca de un pequeño pueblo había una montaña tan alta que raras veces se podía divisar la cima. Los jóvenes querían escalarla pero los ancianos eran contrarios por ser una empresa ardua, peligrosa e inútil. Sólo encontrarán nieve, viento y heladas.
-Los muchachos llegaron a viejos con la nostalgia de escalar la montaña.
 –En el pueblo existían peleas y rencores. El rey fue informado y un día vino para dialogar con ellos y les dijo también: ¿Porqué les prohibís a los jóvenes escalar el monte? No es razón decir que vuestros padres no lo escalaron. –Les mando que suban hasta donde sean capaces. Que construyan un refugio y tengan los primeros auxilios.

–    Los ancianos obedecieron y grande fue la sorpresa para los que sentían ese deseo desde hacía muchos años.

–     –LA EMPRESA COMENZÓ Y SE LOGRÓ LLEVAR A SU FIN. LLEGARON VARIOS JÓVENES A LA CIMA Y AUNQUE ENCONTRARON FRÍO, NIEVE Y HELADAS, PUDIERON GOZAR DE ESE TRIUNFO. ENCONTRARON UNA CAJA SELLADA QUE PUDIERON ABRIR Y TENÍA UN MENSAJE QUE HABÍAN DEJADO OTROS JÓVENES QUE EN OTROS TIEMPOS HABÍA ESCALDO LA MONTAÑA Y RELATABAN LAS PROHIBICIONES DE LOS MAYORES.

–    – AL TENER NOTICIA, EL REY, LES DIJO: SABÍA POR LOS ARCHIVOS QUE EN TIEMPOS PASADOS HABÍA TENIDO ESA EMPRESA Y QUE AHORA RENOVABAN CON HEROÍSMO.

19.    UNA INGENUA VISITA DE PÉSAME

-Una niña de 6 años fue a visitar a su vecina que había perdido su hijita de su misma edad y por una enfermedad incurable.

-Cuando regresó a su casa, la mamá le preguntó a qué había ido dónde la vecina y le dijo: Para consolarla por la muerte de su hijita. Y qué les has dicho.

–Sólo me senté en sus rodillas y me puse a llorar con ella.

20.    EL HOMBRE TRISTE Y EL SABIO

 – Un hombre muy triste fue en busca de un sabio. ¿Cuál es tu problema? Le pregunta el sabio. Es la tristeza que me persigue continuamente. Y no crees que eso sea una mera ilusión?  Pero el amigo le dice: Yo sé cuán real es mi tristeza. –es curioso que todos digan lo mismo, dijo el sabio. Cuando una persona está triste jamás piensa que sea una ilusión. Quizá la tristeza aparece real, mientras que la felicidad nos hace decir: esto es un sueño. Si pensaras que esa tristeza es imaginaria, desaparecería. El hombre pensó que aquí estaba el secreto  de su realidad y aceptó la enseñanza que le trajo paz y seguridad.

21.    HAY QUE MOVER LA COMPASIÓN DE DIOS

 – Tres amigos que caminaban fueron sorprendidos por un temporal que los hizo refugiarse en una gruta. De repente una gran  piedra se desprendió de lo alto y les tapó la entrada de la gruta.
Quisieron moverla pero les fue imposible. Sólo Dios los podía salvar.
Con humildad se pusieron orar a Dios y a moverlo a compasión. –Señor, por mis deseos de asistir a mis padres al llevarles todos los días la leche, ayúdanos, Señor. La piedra se movió unos milímetros. 
-Otro dijo: Me enamoré de una joven pobre y ciega que para atraerla la colmé de regalos y de oro, pero como no quiso seguirme le dejé el oro y la dejé tranquila. Si he dicho la verdad, danos un signo, Señor. La piedra se movió otros milímetros.
- El último dijo: “Tenía varios trabajadores a mi servicio. Les di el salario justo pero uno de ellos se ausentó y no pude darle lo suyo. Con su dinero compré una oveja que con el tiempo se convirtió en rebaño. Después de mucho tiempo apareció el trabajador y me pidió lo que le correspondía. – le mostré el rebaño y le dije que le pertenecía. Creyó que me burlaba de él pero cuando le expliqué, pudo irse muy contento con su rebaño. Dios sabe que digo la verdad y por eso le pido que nos de un signo. Al momento la piedra se corrió y tal forma que los tres amigos pudieron salir tranquilos.
-Todos había tocado el corazón de Dios: El primero con su paciencia y amor filial;  el segundo con el respeto a la más débil y el tercero con la justicia y la honestidad extremas.

22.    OBEDECER A SI MISMO

 – Un joven reaccionario dijo un día a sus amigos: Ya no quiero obedecer a nadie, ni a mis padres, ni maestros, ni a las leyes…mientras decía esto un sabio que pasaba le dijo: -siempre tendrás un patrón a quien obedecer: a ti mismo.

23.    EL RACIMO DE UVAS

– Un día se presentó a la portería del Convento un buen campesino que traía uno bello racimo de uvas. Cuando abrió el portero le dijo sonriendo: -Recíbeme estas uvas, las más bellas de mi viña.
-    El monje sonrosado, le dijo: ¿para mí?  Sí, porque siempre me has servido con amor y generosidad. El hermano portero vio las uvas tan bellas y pensó: ¿Porqué no llevarlas al abad y darle este pequeño gusto?  - Se las llevó y el superior quedó muy a gusto, pero pensó: las llevaré al anciano enfermo que le harán bien.

 – El anciano las tomó y llevó al cocinero que tanto se sacrificaba por él y la comunidad. Pero el hermano cocinero quiso darlas al hermano sacristán y éste al más joven como una muestra de acogida, pero no las tomó sino que las llevó al atento portero que se asombró de la vuelta que dieron las uvas hasta regresar de nuevo a él.

24.    LOS TRES MANDICANTES

-Un buen amigo vio a tres mendicantes juntos y les dio una ofrenda. Uno dijo:  quiero un dulce que hace mucho que no pruebo.

-Otro: quiero algo para masticar algo y el tercero dijo que tenía mucha sed.

-El amigo donante al oírlos les dijo: dadme el dinero que les daré gusto a los tres. Compró 3 racimos de uvas que endulzó la boca del primero; aplacó un poco el hambre del segundo y calmó la sed del tercero. Los pobres quedaron muy contentos y daban gracias a Dios que les había mandado su ángel. El buen amigo les dio dinero para que a su vez hicieran uso en lo mejor que quisieran.

25.    LA FAMILIA DE LA IRA

– Un día un solitario interrogó a la ira: ¿Dime cuáles son tus padres, hermanos e hijos? – Y la ira respondió: mi padre es el orgullo. Mi madre la sensibilidad y el amor propio. Mis hijos son la enemistad, el rencor y el odio. Mis enemigos son la dulzura y la humildad que no me dejan ni respirar. (Migne, 212 por San Juan Clímaco, 8º grado).

26.    NO ARROJAR LEÑA A LAS LLAMAS

– Cuando Juan era superior del monasterio de Escete, un monje lo insultó terriblemente. El santo lo escuchó con toda tranquilidad y al ser interrogado por su actitud dijo:

-Cuando una casa se consume en las llamas es tontería arrojarle leña. Este hermano estaba tan arrebatado de la ira que si lo hubiera reprendido, su cólera aumentaría mucho más. El fuego se apaga sólo.

27.    COMO PLUMA AL VIENTO

–Una mujer que se acusaba con frecuencia de maldecir y calumniar se acercó a San Felipe Neri quien le preguntó: Estos pecados le ocurren con frecuencia? –Muy a menudo, respondió.
-El santo le dijo: tu pecado es grande pero mayor es la misericordia de Dios, pero debes corregirte y le puso esta penitencia: vete a la casa, mata una gallina y al volver aquí, quítale las plumas. La mujer obedeció.
 Ahora vuelve por el mismo camino y recoge las plumas. Esto es imposible le contestó. Pues esto te quería decir. Comprende lo imposible que es reparar la calumnia. Es más fácil recoger las plumas de la gallina.

28.    GRAN PENITENCIA: CERRAR LA BOCA

-Un joven que deseaba seguir el camino de la perfección, preguntó un día al anciano que si podía darle un cilicio o collar de clavos para hacer penitencia y llegar a la perfección.

El anciano trazó una cruz sobre los labios del joven y le dijo: Vete tranquilo, que no hay mejor cilicio que evitar todo lo que puede salir por esa puerta.

29.    TRES AMIGOS POR EL CAMINO

 –Elí, Beri y Calán, recorrían un mismo camino. Elí les dice: estoy muy contento de ir con ustedes. Beri agrega: yo lamento dejarlos antes y Calán dice: lamento que no puedan seguir conmigo hasta el final. Elí lamenta que el camino nos tenga que separar después de tan especial amistad de viajeros con las mismas ideas. Cuando se fue dice Calán al compañero que todavía tiene al pie: -Quiero decirte que Beri es antipático y habla mucho. Dudo de su sinceridad.
 –Estoy de acuerdo, afirmó. Me agrada estar contigo, sería un placer volvernos a encontrar,  dice Calán llorando y abrazando a Elí. Pero cuando se alejó dejó escapar un suspiro y dijo entre sí: La soledad es mejor que una estúpida compañía y continuó el camino cantando.

30.    MARÍA ELIGIÓ LA MEJOR PARTE

– Un eremita se acercó un día a visitar un convento. Mientras el abad lo acompañaba en el recorrido, el eremita se expresaba maravillosamente de ver a los monjes ocupados en sus menesteres y dijo: -Porque se ocupan de tantos trabajos materiales sabiendo que Jesús alabó a María porque se puso a escucharlo y reprendió a Marta por ocuparse demasiado de las labores de la casa.
- El abad no respondió nada. Lo llevó a la celda para que pudiera orar y estar en silencio. Ya tarde empezó a sentir hambre y buscó al abad para preguntarle si era día de ayuno. No, le responde, hemos comido todos y porqué no me has llamado? –Para serte franco, pensé que cómo habías elegido la mejor parte, te bastaría el alimento espiritual.
- El eremita bajó la cabeza, pero el abad concluyó con dulzura: Si Marta no hubiera trabajado,¿ como habría podido descansar María y estar al pie de Jesús?

31.    LA GRAN BARCA DEL REY

 – Una noche, por el río, debía pasar la gran barca del rey. Pero al caer la tarde las aguas habían arrastrado del pueblo vecino unos troncos de madera muy peligrosos para la navegación. Y ¿cómo avisar al rey? Había que evitar una catástrofe. La noche estaba oscura, el viento era fuerte y los árboles impedían oír otra voz.
–Los vecinos no sabiendo qué hacer acudieron al gurú que aunque viejo y ciego podría ayudarles aunque los jóvenes no creían.

–El viejo maestro pidió una antorcha y salió con algunos de ellos. Se subió a un montículo vecino y desde allí vigilaba como un perro de caza a su presa.
 –Allí viene la barca de un pescador, dice a los amigos, vive en el pueblo y para él no hay peligro, la barca es pequeña y pasa fácil el obstáculo, además conoce muy bien los peligros.

–Ahí viene otro navegante con barca de carga y varios ayudantes. Tampoco tiene peligro porque conoce muy bien el trayecto y están lejos del obstáculo.
–Más tarde se oyeron notas musicales. Allí viene la gran barca del rey. Va derecho al peligro. Encendamos la antorcha y gritemos juntos: ¡Peligro!

 –Aunque los otros no veían nada, obedecieron. Vieron que la Barca del rey respondía a la voz de alarma y encendieron sus luces y con suma atención pasaron el peligro.
–Preguntaron al gurú, cómo haces para ver lo que nosotros no hemos visto, siendo tú ciego y él respondió: -Veo con mis oídos y los otros sentidos. Siento cualquier ruido distinto. Con el olfato y  el viento me oriento, con el movimiento de los remos y el incienso de la Barca del rey.

 –En conclusión, les puedo decir que la lección que quieren aprender es esta: Cuando la vida se hace oscura  por cualquier problema y el viento de las pasiones se enardece, detengámonos a escuchar las voces secretas del corazón y sintamos el olor de los antiguos perfumes de la infancia. Serán los guías mejores para superar los obstáculos más que cualquier razonamiento.

32.    EL HOMBRE QUE FUE POR AGUA

– Muchas veces mientras buscamos a Dios, nos buscamos a nosotros mismos.
–Un día, un hombre que ardía en deseos de ver al Dios del universo, oró tan intensamente que Él se le mostró. Era mucho más de lo que se imaginaba: Inmenso, Divino, todo serenidad y paz.
-Dios le dice: -¿Quieres caminar conmigo? Y el fiel se llenó de alegría. Caminaron y caminaron, hasta que el buen Dios le pidió que le trajera un poco de agua.

 –Caminó hasta que vio un río y cuando llegó encontró una bellísima mujer, amistosa y buena. Hablaba con tanta dulzura que parecía una flor. Se enamoraron y se casaron muy pronto. Tuvieron hijos pero ocurrió que en ese país sufrió una peste y emigraron..
–Atravesaron el río que llevaba una gran creciente y fue tanta el agua que los arrastró y ahogó a la  familia. Sólo se salvó nuestro amigo.

 –Desesperado por el dolor se sentó en una piedra y comenzó a llorar amargamente. –En esos momentos apareció el Dios del universo que le habló:
 -Amigo, ¿dónde está el agua que te pedí? –Hace horas que espero beber unos pocos tragos. ¿Cómo así, hace apenas pocas horas? .
 -Y yo creía que esas horas eran doce años que pasé distraído.

33.    LA ORACIÓN DE PERDÓN

 - Es  santo Juan, llamado el limosnero, Patriarca de Alejandría supo que un amigo suyo no quería perdonar ni reconciliarse con un adversario.
-  Lo mandó llamar a su casa y lo invitó a participar a la Misa en su Capilla. Cuando llegó el momento del Padrenuestro, dejó a su amigo que lo pronunciara solo en las palabras: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos…

- El santo Patriarca le dice con mucha dulzura: Piensa lo que están diciendo en el momento más solemne del Misterio Eucarístico. Para ser perdonados, estás prometiendo perdonar…Entonces aquel noble señor se arrojó a los pies del santo y prometió reconciliarse sin demora con su adversario.

34.    UN JOVEN QUE SE CREÍA MUY BUENO

- Un aspirante se dirigió a un virtuoso abad para pedirle el ingreso a la vida religiosa. El abad quiso conocer sus costumbres y el joven con orgullo le dijo: Yo visto siempre de blanco, no bebo más que agua. En invierno me tiro a la nieve y llevo clavos en los zapatos. Le pido a mi doméstico que me de azotes varias veces al día.

- En este preciso momento vieron cerca a un caballo que bebía agua y se revolcaba en la nieve. Ves este caballo, dice el abad, es blanco, bebe agua y se revuelca en la nieve. Los clavos no le molestan en su patas y recibe constantemente azotes. No obstante no es más que un simple animal.

35.    SOMOS COMO ÁRBOLES INMENSOS

-    El maestro y el discípulo recorrían una vasta llanura cubierta de hierba con algunos árboles gigantes.

 – Maestro, pregunta el discípulo, nosotros que somos tan espirituales, somos como esos grandes árboles, en medio de la verde llanura. El maestro le dice: No lo sé, habría que preguntarle a Dios. Él ve las cosas desde lo alto: los árboles inmensos y la grama de la llanura. Para Él todo es igual: un manto verde.

36.    VENTA DE “LA VERDAD”

- En una ciudad se tenía un negocio en que decía: “Venta de la Verdad”. Un hombre que la deseaba entrañablemente entró y la pidió.
La empleada le dijo muy amablemente si quería la verdad total o parcial. –La verdad total, por supuesto. Nada de falsedad, ni defensas, ni racionalización. Quiero mi verdad pura y simple, toda íntegra.
 La empleada lo miró con mucha consideración y le indicó su precio. Es muy alto. Y cuánto es, pues quería llevarla de todas maneras. Si usted quiere esta, deberá pagarla perdiendo hasta el descanso por el resto de su vida. El hombre salió triste del negocio y dijo: Creía poder alcanzar la Verdad a un precio módico. (Anthony de Mello).

37.    CUANDO TODOS ERAN DIOSES

–Hubo un tiempo en que todos los hombres eran dioses, pero abusaban tanto de la divinidad que Brahama, jefe de los dioses, decidió quitarles a todos su poder divino y esconderlo donde no pudieran encontrarlo. Pero dónde esconderlo? Este era el problema.
-Cuando los dioses menos fueron llamados a consejo para evaluar el problema, dijeron: -Enterremos la divinidad del hombre en el fondo de la tierra o del mar. Pero Brahama los refutó: No, esto no basta, porque el hombre siempre ha explorado la tierra y el mar y la encontrará. Los dioses menores no pudieron ver el lugar donde esconder la divinidad. –Entonces Brahama dijo: - La esconderemos profundamente dentro del mismo hombre, porque no pensará buscarla en su propio “yo”. Desde entonces el hombre ha caminado por tierra y mar, explorando, zambulléndose y excavando, tratando de buscar algo que ya lleva dentro de sí mismo.

38.    CÓMO PUEDO VIVIR CON DIOS

- Jesús caminaba un día cerca al mar y uno de sus discípulos se la acercó y le dijo: -¿Señor, cómo puedo alcanzar a vivir con Dios? Jesús se acercó al agua con el discípulo y lo sumergió completamente.

- Cuando la sacó del agua le dice: ¿Cómo te has sentido? – Sentía que se me iba la vida. Mi corazón palpitaba enloquecido. Trataba desesperadamente de respirar y de huir. Entonces el Señor le dice: Podrás ver al Padre cuando la sed de Él sea tan intensa como lo que has manifestado hace poco, con esa necesidad de respirar y huir.

39.    UN ASALTO DE LOS LADRONES

- Maloni viajaba y de repente fue asaltado por un banda de ladrones que lo despojaron de sus bienes. Al final les quiso dar unos libros que llevaba pero ellos le dijeron y ¿para qué esos libros? –es el favor que les quiero hacer. Cuando lleguen a sus casas, podrán regalar los libros a sus hijos y ellos aprenderán a no ser como sus padres.

40.    EL SECRETO PARA VER A DIOS

-    Un jefe de familia fue a visitar al Rama Krisna y le dijo: Hemos oído que has visto a Dios. Quiero que me digas qué debo hacer para yo verlo también. Todo depende de la voluntad de Dios pero también de tu propia voluntad. Si estás sentado al pie de un lago y ves hermosos peces no puede cogerlos. Es necesario una vara, una cuerda, una carnada y arrojarla al agua. Tú lo podrás sentir y sacarlo con mucha paciencia.

 –Querer ver a Dios y no hacer el menor esfuerzo es imposible.

41.    CANSADO QUERÍA CAMBIA SU CRUZ POR PESADA

 –Cansado de sus sufrimientos y penas, un hombre se quejó a Dios y Él le dijo: Vete mañana muy temprano a la plaza, cerca de la Iglesia: allí cada año se realiza el mercado de las cruces; son muchas, de todas las medidas y tu puedes escoger la que te venga mejor, pues cada uno debe llevarla. Deja la tuya y toma la que quieras.
 –El amigo se levantó y aun oscuro se dirigió a la plaza. Miró y vio infinitud de cruces: pequeñas, grandes, sutiles, gruesas, altas, bajas: eran para todos  los gustos y condiciones. Empezó dejando la suya y frotándose las manos, se puso a buscar la más apropiada pero no fue fácil.
-Vio una pequeña pero con muchos nudos. Otras eran ligeras pero al tomarlas eran incómodas. Unas parecían manejables pero pesadas. Otras suaves pero grandes y muy incómodas. Después de ver muchas y cuando creía encontrarla, vio a su lado una que creía era la mejor. La probó y era justamente la que siempre había llevado. (Cita de Carlos Lapucci, La Biblia de los pobres, Mondadori, 1985).

42.    CÓMO SE ORA LA PALABRA

- Tres monjes, muy estudiosos de la Biblia, fueron un día al hombre de oración para pedirle consejo de cómo se hace la Lectio Divina.
- Uno dijo: he leído la Biblia desde el principio y he logrado aprenderla de memoria. El otro dijo: yo también la he leído y aprendí a salmodiarla con el canto.
     -  El tercero, muy tímido, ante la sabiduría de los otros dos no se atrevía a hablar, pero el hombre de Dios lo animó y él dijo: yo sólo he leído una frase que he podido aprenderla y repetirla de día y de noche con mis labios, mente y corazón, sin  poder seguir más adelante. El gran hombre de oración respondió: Este es el modo de orar la Palabra. (Cita E. Olivera, Il sogno di Dio, Citta Nuova).

43.    PEDÍA UN CUARTO DE  HORA MÁS DE VIDA
-Se cuenta de un buen súbdito que por más de 50 años había servido a su príncipe de la casa real quien al final de su vida quiso ir a visitarlo y pedirle, ya que lo amaba mucho, qué quería que hiciera por él.
 –Majestad, deseo sólo que me alcances vivir siquiera un cuarto de hora más.

 –Me pides lo imposible! Dime algo que yo pueda hacer y el enfermo muy angustiado, suspiró diciendo: Qué desilusión…os he servido por más de 50 años y no puedes darme un momento más de vida! Si hubiese servido a Dios fielmente, ahora me daría no un cuarto de hora sino una eternidad de vida feliz y dicho esto espiró.

44.    FELIZ ENGAÑO DE DIOS

- Un solitario hablaba con Dios y le decía: Oh Dios mío, tú me has engañado. Creía encontrar en tu seguimiento una cruz muy pesada de sufrimientos y penitencias y en cambio no he encontrado sino gozo, consuelo y paz. Tú me has engañado.

45.    UNA LEYENDA DE SANTO DOMINGO

-Entender a Dios es imposible, dice Domingo de Guzmán, durante una de sus lecciones en la Sorbona. –Cómo así? No estamos aquí para eso? Le dicen unos estudiantes.

      –Nosotros somos como las hormigas que llegaron un día al pie de un altísimo monte de azúcar. No se dieron cuenta de su altura y cada una llevó al hormiguero un granito y dijeron: mañana volveremos a traernos todo el monte de azúcar.

     –Tratemos de no ser como estas hormigas. Que lo poco que podemos entender de Dios no nos vuelva ciegos. (Antigua leyenda dominicana).

46.    BÚSQUEDA DE DIOS

- Dos amigos mercantes decidieron ponerse en búsqueda de la cosa más preciosa del mundo. Partieron para encontrarse de nuevo. – Uno partió en busca de la perla más preciosa hasta que logró encontrarla. Jamás se había visto una gema más bella. Volvió a su patria pero el amigo no aparecía.

- Pasó mucho tiempo hasta que el amigo que se había ido en busca de Dios, regresara. Había consultado a maestros de toda la comarca, había estudiado y leído, había renunciado a todo pero sin encontrar a Dios.
Un día mientras lo buscaba, muy fatigado, se sentó a la orilla de un río y vio un ave acuática que cuidaba sus polluelos que se la alejaban. Al caer el sol, la madre no descansaba hasta que los reunía a todos bajo sus alas.

-    El hombre sonrió y regresó a su país. –Se encontró con el amigo que le mostró la piedra preciosa, nunca vista. Y tú que ¿has encontrado?
-    He buscado a Dios. ¿Y lo has encontrado? Pregunta el amigo asombrado. He descubierto que era Él el que me buscaba a mí.

47.    EL FILÓSOFO Y EL BARQUERO

- Un filósofo que atravesaba un río, durante el trayecto, preguntó al barquero: ¿Conoces las matemáticas? –No, le responde. Entonces has perdido la mitad de tu vida.

-    Y entonces conoces la astrología? Tampoco. Has perdido al menos tres cuartas partes de tu vida.
-     En ese momento la barca se accidentó y se partió en dos. El barquero le grita al filósofo: ¿Sabes nadar? No. Entonces has perdido las cuatro partes de tu vida.

48.    LA RIQUEZA DE UN SOLITARIO

–Un santo ermitaño cansado de caminar pasó la noche bajo un árbol, cuando llegó un hombre desesperado y le dijo:
La piedra, la piedra! Dame por favor esa piedra preciosa que llevas. Dios se me apareció y me dijo que viniera a este lugar donde encontraría a un santo que me daría una piedra que me haría muy rico.

-El ermitaño revisó la bolsa y sacó una piedra. Probablemente es esta que encontré en el camino, llévatela. El hombre observó que era una un diamante del tamaño de un huevo. La tomó y se fue feliz a su casa. Pasó toda la noche sin  poder dormir.

Al día siguiente, antes de amanecer se fue a buscar al hombre de Dios y le dice: Dame esa riqueza que te permite dar ese diamante tan fácilmente y  dormir y vivir siempre en paz.

49.    EL LIBRO SIN FINAL

- Un hombre escribió un libro y cuando le faltaba el final llegó el ángel de la muerte que le dijo: Es tu hora, sígueme. Por favor, déjame terminar el libro. Sólo le falta el final y ¿ qué sentido tendrá?

- Pero el ángel le dice, tu libro tendrá sentido, ahora viene conmigo. –El hombre lo siguió y el libro tuvo gran éxito. Era una obra de interés y su importancia era precisamente el hecho de no tener final que sirvió a muchos escritores y filósofos para escribir su final con sentidos diversos y sorprendentes.

- El autor fascinado dijo: de verdad, no pensaba que hubiese tan variado y rico final para mi libro. Lo que yo pensaba era muy sencillo y el ángel de la muerte se lo confirmaba con un movimiento de ojos.

50.    UN FUNERAL SUNTUOSO

 – Cuando a Tachuan le llegó la hora de su muerte, su familia le expresó el deseo de hacerle el más suntuoso funeral. Pero Tachuan les dijo: No es necesario. Dejad mi cuerpo en el desierto. Como féretro y tumba tendré el cielo y la arena. Como objetos funerarios, el sol, el agua y la luna. Mis adornos serán las estrellas en medio de miles de ángeles que me harán compañía. Seré devorado en cielo abierto por los cuervos y los buitres, así como lo sería de los gusanos bajo la tierra. ¿No sería parcialidad de privilegio favorecer a unos y despreciar a otros porque son meros gusanos?

51.    LA VERDADERA RIQUEZA

-En un pueblo, un campesino acumuló tanta riqueza que pudo construir la casa más hermosa. -  -Un día se fue en su mula a otro país y vio una casa más bella que la suya. Se imaginó que era la del rey pero le dijeron que era del rico más poderoso de la ciudad.
-El campesino regresó a su casa y se dedicó a trabajar mucho más hasta hacer otra casa mejor de las que había visto. Volvió a salir en una carroza con un caballo finísimo. Visitó otro país y vio por centenares casas más bellas que la suya. Entonces regresó y se puso de nuevo a trabajar.
 Mientras iba su caballo se reventó de cansancio y tuvo que seguir a pie. Ya de noche divisó en el camino una pequeña luz se fue acercando y encontró la celda de un santo ermitaño que encontró feliz en su grande pobreza y soledad. ¿Cómo haces para vivir en esta morada tan pobre? Me conformo así y me siento muy bien y tú porqué no estás bien? Y porqué me dices esto? Porque te veo en los ojos que no estás bien y buscas lo que no hay: riquezas.

-Yo tengo la riqueza en mis ojos. Has notado el atardecer, los prados, la luna y las estrellas que tratan de iluminar el universo y aunque las estrellas creen iluminar el cielo, apenas sale la luna desaparecen tristemente.
- La luna también se engaña de inundar la tierra con su luz, pero al salir el sol se ve en el cielo, desaparece. Si aquellos que se glorían de su bienes meditaran sobre estas cosas, encontrarían la alegría que han perdido.
- El campesino apenas intentó sonreír y el ermitaño le dijo: Tú respecto de mi, eres como un rey. Esto es una exageración por una casa que tengo y unas riquezas…No es esto de lo que te hablo, le dice el ermitaño y acercando la luz a su cuerpo le mostró que no tenía piernas. El campesino se puso a llorar.

52.    HAY QUE CONFIAR EN LA  PROVIDENCIA DE DIOS 

-San Vicente de Paúl en una ocasión se le acercó el ecónomo para hacerle sabe que no tenía nada para comprar lo ordinario en las necesidades de la casa. El santo con cara serena le dice: Qué bella noticia, ¡alabado sea Dios!  Ha llegado el momento de demostrar nuestra confianza en le divina Providencia. Los tesoros de la bondad de Dios son infinitos y la falta de confianza lo deshonra. Y no faltó nada.

53.    ¿QUÉ PUEDO HACER PARA SALVARME?

–    Un hermano se acercó a Macario de Egipto y le dice: Padre, dígame como puedo salvarme.

-    El anciano le dijo: coge una piedras va al Cementerio e insulta a los muertos.
-     Cuando regresó le preguntó si le habían respondido algo y él joven dijo que nada. Ahora vuelve de nuevo y alábalos. Se fue y les hizo muchas alabanzas. El santo la pregunta si le han respondido algo. Nada contesta. Ves entonces que ni los insultos, ni las piedras, ni las alabanzas han causado respuesta.

-     Esto es lo que debes hacer si quieres salvarte: no hacer caso de las injurias ni de las alabanzas de los hombres, como los muertos y así podrás salvarte. (Apotegmas de los Padres del desierto)

54.    SANTO TOMAS NO QUISO SER OBISPO

– Santo Tomás de Aquino se alejó de todos los honores y alabanzas. Cuando el Papa Clemente IV le ofreció la dignidad de obispo de Nápoles, no la aceptó y le pidió la gracia que obtuvo de no aceptar ninguna dignidad eclesiástica.
- Cuando se le concedió el título de “doctor” lo aceptó sólo por obediencia. Cuando era estudiante un condiscípulo le dio el apelativo del “buey mudo” a causa del gran silencio y su robustez.
- Un día durante la lectura en la comida, le llamaron la atención por haber dicho un error. Volvió a leerla correctamente y aunque estaba seguro que se trataba de una equivocación, dijo después a sus compañeros: No tiene importancia hacer una sílaba larga o breve. Lo que importa es la humildad y la obediencia.

55.    LA CARIDAD VALE MÁS QUE EL AYUNO

  – El Padre Avito, a los 60 años fue a visitar a un hermano conocido por su virtud en la Siria.
  - Al terminar el largo viaje, el monje llegó y encontró a Marciano quien lo invitó a comer, pero Avito le dijo que nunca ha comido antes de las vísperas y a veces hago ayuno por dos y tres días. Marciano le dice: por este vez, cambia la costumbre ya que estás débil y no debes esperar hasta vísperas.
- Avito afligido le dice: Creía encontrar a un asceta pero te veo poco mortificado.
- Marciano reaccionó y le dijo que hubiera preferido comer carne antes que oír frases semejantes. Y le dio esta lección: Aunque yo haga la misma vida tuya y estimo el ayuno más que el alimento, creo que la caridad está por encima de todo como lo manda la ley divina, mientras que el ayuno depende sólo de nuestra voluntad. Vale más las leyes divinas que nuestros sacrificios. Esta fue la bella lección: La caridad vale más que el ayuno. (Historia de los monjes de Siria).

56.    UNA LECCIÓN DE SAN FRANCISCO DE SALES

–San Francisco de Sales un día en que recibió agravios y odios de una persona, le dijo: Aunque no me amas, yo si te amo y si me sacases un ojo con el otro te miraría amistosamente.

57.    DEFINICIONES

- Le preguntaron a Talete cuál sería el más antiguo del mundo.
– Dios, porque no tiene principio.
– y la cosa más bella? –el mundo porque es obra de Dios.
 -Y la más sutil y ligero? La inteligencia porque en un instante puede recorrer el universo entero.
 –¿Y lo más fuerte que hay? –La necesidad.
 - ¿Y lo más sabio?- El tiempo que hace olvidar todas las cosas.

58.    ORAR SIN CANSARNOS

–Un joven pidió a su maestro cómo y cuánto debía orar para ser acepto a Dios.
- El anciano sonríe y le cuenta esta historia:
 -Un campesino rico a la hora  de morir fue preguntado por sus hijos cómo había logrado acumular su fortuna y él les respondió:
- Hay un día del año en el cual si nos cuidamos con empeño en el propio trabajo, uno se vuelve rico. Es inútil tratar de descubrir cuál se ese día específico: No se dejen llevar de la pereza y trabajen todos los días del año en el temor de que aquel día bendito llegue sin que estén trabajando.
Las pruebas y las fatigas de todo el año serían perdidas.
- Así también en la oración, Dios nos visita cuando quiere y el momento de su venida es imprevisible. El no descasa en su amor para nosotros. Nuestra acción de gracias debe ser continua: adoración ininterrumpida y nuestro “si” constante. Vivir en  oración toda la vida, como sumergidos en el corazón de Dios sin salir nunca.

59.    PENSAR DE VERDAD EN DIOS

–    Un enamorado iba distraído a llevar un regalo a su novia y en  el camino tropezó con una persona que oraba a Dios en la calle pero distraída. Esa persona le gritó enfadada y le dijo: Estás ciego? No ves que estoy meditando en Dios?

–Perdóname pero es que estoy embebido en un amor que no me deja ver ni caminar normalmente. - -Tu en cambio, no sé qué en qué Dios estás pensando.

60.    QUIEN ENCUENTRA A DIOS, CALLA

–Ves esa abeja y sientes su zumbido? Pregunta el maestro a su discípulo.
 -Ese ruido cesa cuando la abeja ha encontrado el néctar para chupar.
 -Ves esa ánfora? Cuando se llena de agua se siente el rumor y cesa cuando está llena totalmente y cesa el rumor. - Preparo un biscocho y pongo el aceite a hervir. Cuando esta frito no se siente ya nada.
- Así cuando los hombres discuten y hacen ruido es porque no han encontrado a Dios.
- Quien encuentra a Dios calla y adora.

61.    LOS TRES POZOS

–    Un hombre decidió excavar un pozo. Excavó 20 metros y no encontró el agua que buscaba. Lo dejó y fue abrió en otro lugar más hondo pero tampoco encontró.

-    Finalmente pasó a otro lugar y cavó más hondo aun, pero sin ningún resultado-
-     Desanimado dejó la empresa. La profundidad total de los 3 pozos eran de 100 metros. Si hubiera tenido paciencia en el primero habría alcanzado lo que buscaba.
-    Así pasa con la gente que cambia sus creencias. Para alcanzar el resultado es necesario ahondar en la propia fe con todo el corazón, sin dudar de su eficacia.

62.    EL AGUA POTABLE

– Un discípulo turbado va al maestro y le dice: He discutido con algunos teólogos y aun me quedan dudas de la existencia de Dios.

- El maestro le responde: si deseas beber agua del pozo, debes recogerla con dulzura en la superficie. No revolverla. Si la agitas o peor si lo hacen los otros, el lodo subirá del fondo y no tendrás el agua potable.

63.    SABER VIVIR CON DIOS

–Un célebre docto quería saber cuál era el camino de la verdad, Dios le invitó a que fuera a la iglesia y hablara con un pobre cubierto de llagas.
-    Se fue y lo encontró. Lo saluda y le dice: Dios te de una buena jornada. Gracias, no he tenido ningún día mala. Dios te de fortuna. Gracias, nunca he tenido infortunios.
-    Que seas feliz. Nunca me sentido menos feliz. El docto impresionado le dice que le hable claramente y el pobre le dice con mucho gusto:
-     Me has dicho que Dios me conceda una buena jornada y yo te he respondido que no he tenido día malo. Cuando tengo hambre, alabo a Dios. Si siento frío, si cae granizo o nieve, si llueve, si hace un buen tiempo o malo, alabo a Dios. Si soy despreciado, alabo a Dios. Por eso no he tenido días malos, sé vivir con Dios y por eso no tengo infortunios. Dios hace lo mejor. No me siento desgraciado  porque siempre he querido hacer la voluntad de Dios.

-    Y si Dios te arroja al infierno qué podrías decir? Si me manda al infierno aun me quedan dos brazos para abrazarlo: la humildad y el amor. Lo agarro de tal modo que Él mismo tendría que acompañarme al infierno. Allí estaría mejor con Dios que en el cielo sin poseerlo.
-    El maestro comprendió que el abandono con la humildad es el camino seguro hacia Dios. Añade con la pregunta:
-     Dé donde has venido? De Dios. ¿Cuándo lo has encontrado? Cuando dejé las criaturas. ¿Y dónde está Dios? En los corazones puros y en los de buena voluntad.
-    Y quién eres tú? Yo soy un rey. ¿Y dónde esta tu reino? En mi alma. Gobierno mis sentidos inferiores y exteriores, mis deseos y facultades están sometidos a mi alma. Este reino es más grande que todos los reinos de la tierra.
-    ¿Quién te ha llevado a tal perfección? Mi silencio y mis pensamientos en la unión con Dios. No he podido descansar en cosa alguna distinta de Dios. Ahora le he encontrado y en Él descanso y tengo la paz eterna.  (Tulero).

64.    LOS NIÑOS Y EL AGUILUCHO

–    Un papá atravesaba el bosque con dos de sus niños. Vieron un aguilucho que levantaba el vuelo. El niño que iba de la mano del papá, con gozo se puso a batir las manos pero tropezó y calló. El otro que estaba seguro en los brazos de su padre se alegró de ver el ave cerca que no conocía. En la vida espiritual el primero es el que se abandona de las manos de Dios y el segundo es la confianza en Dios.

65.    “SI DIOS QUIERE”

 –Un campesino trabajó todo el día en su viña y regresó a su casa. Dijo a su mujer: mañana terminaré.
-    La buena esposa le dice: terminarás pero “si Dios quiere” pues la voluntad del hombre puede cambiar.
-    Te aseguro que ninguno me podrá impedir a terminar mañana. Muy temprano salió a terminar su trabajo y de ida se encontró al Sultán y su comitiva. Lo llamó para que le indicara el mejor camino hacia la montaña. Se vio obligado a ir y ya muy tarde pudo regresar a su casa.
-     –Porqué has venido tan tarde? Ábreme la puerta, si Dios quiere. Necesito descansar, si Dios quiere. Mi querida esposa: he aprendido tu lección.

66.    LA GUERRA O LA PAZ

– Un rey estaba indeciso si debía hacer la guerra o no.
Sus ministros eran de diversas opiniones y el rey le dice: Quien preconiza la guerra contra los tusis es un ignorante, pero también lo es el que sostiene lo contrario. Qué debo hacer?
Un consejero la dijo: Lo mejor es no pensar en la guerra y en la no guerra. Sólo con el pensamiento de la paz nace la sabiduría y la sabiduría alimenta el pensamiento de la paz.
Sabiduría y paz es una misma cosa.

68- ESTÁN HECHOS EL UNO PARA EL OTRO. –
- Un ciudadano dice: me es difícil creer en el amor de Dios.
- Porqué? Porque no me siento digno. Y qué cosa lleva a la dignidad?
- Cuando el amor de Dios nace del corazón no puede dudar que también Dios muestra su amor por ti. Tú no puedes aplaudir con una sola mano. Así, mientras el sediento grita:
Dónde está el agua  deliciosa, el agua grita: Dónde esta el que necesita beber el agua.