martes, 30 de octubre de 2012

PACTO MONÁSTICO CON MARÍA





Santísima Virgen María,
en este día acudo a Ti,
para que me dirijas y enseñes en la soledad
el camino de seguimiento de tu Hijo Jesucristo.

Te pido Madre:
que sea fiel en tu fe,
inquebrantable en tu esperanza,
ardiente de caridad en tu amor sin límites,
humilde en tu humildad,
simple en tu simplicidad,
dulce en tu dulzura,
orante en tu oración continua,
puro en tu pureza,
virgen en tu virginidad perpetua,
obediente en tu obediencia sin límites,
pobre en tu pobreza,
confiado en tu confianza,
sereno en tu serenidad
renunciado en tu abnegación y
gozoso en tu gloria.

martes, 23 de octubre de 2012

ENTRE EL "RUIDO" Y LA "PRISA"





  • Aprendamos a vivir plácidamente entre el ruido y la prisa.

  • Recuerda que la paz puede estar en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate por ser amigo de todos. Di la verdad, tranquila y claramente.

  • Escucha a los otros, aunque sean torpes e ignorantes: cada uno de ellos tiene también una vida que contar.

  • Evita a los ruidosos y agresivos, porque ellos denigran el espíritu.

  • Si te comparas con los otros, puedes convertirte en un hombre vano y amargado: siempre habrá cerca de tí alguien mejor o peor que tú.

  • Alégrate de tus realizaciones como de tus proyectos.

  • Ama tu trabajo, aunque sea humilde; es el tesoro de tu vida.

  • Sé prudente en tus negocios, porque en el mundo abundan las gentes sin escrúplos. Pero que esta convicción no te impida reconocer la virtud; hay muchas personas que luchan por hermosos ideales; y la vida está llena de heroísmo.

  • Sé tu mismo. Sobre todo no pretendas disimular tus inclinacines.

  • No seas cínico en el amor, porque cuando aparece la aridez y el desencanto en el rostro, se convierte en algo tan perenne como la hierba.

  • Acepta con serenidad el consejo de los años y renuncia sin reservas a los dones de la juventud.

  • Fortalece tu espíritu, para que no te destruyan inesperadas desgracias. Pero no te crees falsos infortunios.

  • Muchas veces, el miedo es producto de la fatiga y la soledad. Sin olvidarte de una justa disciplina, se benigno contigo mismo.

 Antigua inscripción fechada en el año 1692