Las cinco vías

• Alegría de ser pequeño. Jamás gestionar mi vida por mí. Tened sed de la gestión de Dios


• Dios es mi Luz. Dejarme conducir por la Luz de Dios, ser mendigo la Luz, permanecer en su presencia. Siempre volver a la Luz.


• Dejarse llevar por la Luz hasta el amor. Decisión de ser una hombre movido por el Amor. Acoger en mí a Cristo que arde de Amor.


• Dejar unificar todos los niveles de vida por Jesús. No escapar al fuego que consume.


• Entrada en el seno Trinitario. Estar despegado de la tierra. Finalizar mi vida en la llamada de Dios Padre.

Sobre el silencio en los orígenes del monacato

"Una vida buena sin palabras es por naturaleza más útil que una palabra sin vida buena. La primera es útil incluso en el silencio, la otra perturba gritando. Si la vida y la palabra concuerdan, constituyen una imagen de toda filosofía" Isidoro de Pelusa

El arzobispo Teófilo fue un día a Scitia. Los hermanos se reunieron y dijeron al Abad Pambo: "Di una palabra al Obispo para utilidad suya". El anciano contestó: "Si no le es útil mi silencio, ninguna utilidad sacará de mis palabras" ABAD TEÓFILO

EL SILENCIO

"Un camino rápido para la adquisición de las virtudes es el silencio de los labios , el cerrar los ojos y los oídos" San Simeón el nuevo Teólogo

VIA CRUCIS

Segunda estación
"Señor Jesús, tu cargas con la Cruz camino del calvario. Cargas con nuestras muletas soportando el peso de nuestras cruces. Señor Jesucristo, ten misericordia de nosotros y enséñanos a tomar nuestra cruz y a seguirte"

Diálogos con un ermitaño

La llamada a la vida monástica es imperiosa: dejadlo todo para encontrarse con el Todo.

La belleza de una presencia buscada y hallada

El monaquismo es un camino de salvación ya que responde al ansia humana de felicidad que lo efímero y contigente no pueden satisfacer. La llamada a la vida monástica no es un intento de respuesta a la finitud o negatividad del mundo, sino a lo que el hombre tiene de infinito y positivo.

VIA CRUCIS

Primera estación

" Señor Jesucristo, cada día eres condenado a muerte. La justicia de este mundo que está cegada te condena a través de todos sus medios. Tú en la pobreza permaneces manso como cordero que es llevado al matadero, Sólo los pobres, los enfermos, los hombres sin esperanza, vuelven su mirada a ti: el ajusticiado. Señor Jesús que la oración continua se mantenga en nosotros, haz justicia a nuestros pecados y enciende en nuestra oscuridad la esperanza de la vida eterna."